Bill Gates, Jack Dorsey y Ray Dalio sobre cómo conseguir el éxito: lo que me gustaba de pequeño se convirtió en mi trabajo

El CEO de Square y Twitter, Jack Dorsey.
El CEO de Square y Twitter, Jack Dorsey.

Reuters

  • El millonario Ray Dalio: "quedarme en bancarrota ha sido una de las mejores cosas que me han pasado”.
  • Los tres magnates aluden a la meritocracia y dan las claves para que cualquiera se convierta en millonario.

Tener pasiones y hobbies cuando se es tan solo un niño multiplica las posibilidades de convertirse en millonario. Lo han afirmado así en un podcast 3 millonarios de las finanzas y la informática: Bill Gates, dueño y creador de Microsoft, Jack Dorsey, fundador de Twitter y Ray Dalio, fundador del fondo de inversión Bridgewater Associates. 

Aunque de familia acomodada, tanto Dorsey como Gates y Dalio, son el paradigma perfecto de la meritocracia americana. Una teoría que basa los fundamentos del éxito en el esfuerzo, la constancia y el talento.

Es por ello que sus ideas sobre cómo medir el éxito profesional o incluso potenciar las habilidades personales influyen a miles de personas en todo el mundo. 

Preguntados la semana pasada en el podcast The ArmChair Expert - un programa de entrevistas dirigido por Dax Shepard - sobre cuáles son las claves que les llevaron a convertirse en millonarios, los tres coincidieron en que su destino comenzó a fraguarse en su más tierna infancia. Concretamente, entre los doce y los trece años. A partir de esa etapa, ciertos factores influyeron en su posterior éxito profesional. 

A continuación, enumeramos esas claves para que tomes nota y quién sabe, puedas inspirar a quien se convertirá en el próximo millonario del siglo XXI.

Encontrar la pasión desde la infancia

Un adolescente Bill Gates se topó, como por casualidad, con una clase de código que se acababa de incorporar al programa didáctico de su escuela. Era uno los primeros centros educativos que ofrecían la informática como disciplina y su ordenador solo podía utilizarse programando. 

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“La máquina era enorme y lenta, y ni siquiera tenía una pantalla, pero me enganché. Mis amigos y yo pasábamos horas creando nuevos programas”, afirma Gates en sus memorias.

Esa pasión por la informática, convirtió las horas muertas de las que disfrutaba el adolescente al salir del instituto en miles de horas de formación. Y las absorbía con la pasión propia de un adolescente.

“Esa introducción a la informática cambió el curso de mi vida”, afirma Bill Gates

Aún más joven que Gates, el millonario Dalio afirmó que empezó a interesarse por el mundo de las finanzas a los 8 años, cuando trabajaba de Caddy en un club de golf en las afueras de nueva York.

Shannon Smith

El pequeño pasaba horas pasando los palos de golf a jugadores que aparcaban coches de alta gama en la puerta, hablaban de los planes de viajes y eventos fabulosos y, además, comentaban sus últimas adquisiciones.

Animado por la idea de convertirse él también en un millonario, Dalio realizó su primera operación invirtiendo 300 dólares de su paga en Northeast Airlines, una aerolínea que escogió por ser la que más barata vendía sus acciones. Unos años después triplicó su inversión y ya en secundaria comenzó a construir una cartera de inversión.

Jack Dorsey, por su parte, reconoce que aprendió a programar gracias a su padre, que traía circuitos a casa y jugaba a experimentar con ellos con él. 

Con el tiempo, Dorsey empezó a desarrollar sus habilidades y a construir sistemas de comunicación rudimentarios entre localizaciones y vehículos. Estos trabajaban enviando información telegráfica e instantánea. Con el tiempo, su sistema se perfeccionó y nació la semilla que daría forma a Twitter, la red social de micro mensajes en tiempo real.

Probar y fallar

Uno de los principales dogmas de la meritocracia afirma que la práctica y la experimentación llevan al éxito. Más aún, si estas se acompañan de ocasionales errores que nos hagan aprender. En este sentido, Ray Dalio es categórico, si no hubiera fracasado en su vida laboral, no se habría convertido en uno de los hombres más ricos del mundo. 

Dalio aprovechó el pasado Foro Económico Mundial, celebrado en Suiza el pasado mayo, para dar una conferencia sobre el éxito. En ella afirmó sin reparos que quedarse en bancarrota ha sido “una de las mejores cosas que me han pasado”. 

Asimismo, reveló que aquella “dolorosa experiencia de fallar”, como él la denomina, le ayudó a aprender sobre “cómo gestionar el fracaso”, según recoge la cadena informativa CNBC.  

La rutina de probar, experimentar y equivocarse es una práctica clave para progresar en la carrera profesional, y en la vida en general, según afirma Ray Dalio. Esta, además, es más provechosa cuanto antes se incorpore a nuestros hábitos.  

@annersite Andrea Cano TikTok veterana

“Piensas diferente antes de la pubertad que después de la pubertad”, afirmó Dalio. “Puedes aprender de una manera en la que no se puede aprender más tarde”.

Seguir aprendiendo

Por último y, pese a tener bien enraizados ciertos conceptos en la juventud, es fundamental que la pasión que se tenga por una disciplina continue en la vida adulta. Solo de esta manera existe el interés por buscar la excelencia que acompaña a los grandes millonarios del momento. 

Empleados en una reunión con el jefe en la oficina.

Según confirmó el creador de Twitter en el podcast The BoardRoom, publicado el año pasado, sus hábitos de trabajo incluyen llevar un diario en el que reflexiona sobre lo que ha aprendido cada día. 

Además, se anima a escuchar continuamente podcasts y a leer reportajes para poder incorporar conocimiento a sus decisiones. 

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